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Tower
Bridge
El Tower Bridge en Londres – El Puente de la Torre de
Londres
El Tower
Bridge representa una de los símbolos de Londres, junto con el
Big Ben, y la vecina
Torre de Londres, los autobuses rojos de dos plantas, al
Té de las cinco de la tarde y mucho más. Hay que decirlo: al principio
no fue muy amado por los estetas y la población londinense. Si te vas a Londres,
no verás al puente, ni lo pisarás, tendrás una rara sensación de ausencia, o tal
vez será la buena ocasión o la excusa buena para volver. De todas maneras, si
tienes la posibilidad, vete andando por el puente, parate para ver el río y
habrás hecho único, en cuanto tendrás un punto de vista diferente de la ciudad y
por un momento sentirás la fuerza de millones de personas que viven al lado de
este río, que ojalá pudiera hablar y contarnos algo de su pasado.
 Parece
increíble, por siglos el
London Bridge
ha sido el único puente del
Tamigi.
Cuando Londres empezó a expandirse, sobre todo a partir de la segunda mitad del
‘800 en concomitancia con la revolución industrial, la construcción de nuevos
puentes se transformo en una necesitad urgente para la ciudad. La población
había crecido mucho, así que se registraban grandes retrasos en cuanto todo el
mundo, peatones y transportes tenían que pasar por el London Bridge. Finalmente
se decidió construir un nuevo puente.
El proyecto fue encargado a la
Corporation of London.
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Fueron presentados diferentes
proyectos.
Se necesitaba construir rápidamente y al mismo tiempo no afectar demasiado el
tráfico en el río, en aquella época uno de los puertos más importantes del
mundo. Finalmente se eligió el proyecto de
Horace
Jones,
dentro de la oferta de 50 candidatos. Las obras empezaron dos años después en
1886 y tardaron 8 años. Dos pilastros gigantescos fueron clavados en el fondo
del río, en todo más de 11000 toneladas de acero revestidos por granito y
piedras. El estilo era típico de la época, gótico
victoriano o neogótico, el mismo del
Big Ben, y de muchísimas iglesia del periodo. |
Para la época el puente era una obra tecnológicamente muy avanzada, además de
ser el puente levadizo más grande construido hasta aquel entonces. El sistema
hidráulico utilizaba la fuerza del vapor que accionaban los enormes sistemas de
bombeo, gracias a la energía producida por 6 acumuladores gigantescos.
Estos últimos daban energía a los sistemas que hacían levantar y bajar el puente.
Actualmente en lugar del vapor se utiliza el gasóleo, y tal vez mañana se
utilizará energía solar.
La imponente estructura del
puente se queda a 9 metros de altura de la superficie del rio.
Las partes móviles que se abren para permitir el pasaje de las naves, pesan más
de 1000 toneladas. Estas últimas se pueden abrir completamente en solos 90
segundos, gracias a un sistema eléctrico que ha remplazado el anterior en
1975 la vieja instalación hidráulica. Las dos partes móviles se pueden abrir
hasta 83 grados como mucho.
Desde encima del puente a 43 metros de altura está el llamado Paseo de los
gatos, o Catwalk : siempre que no te vayas mareando, merece la pena
probarlo. Se trata de un pasaje peatonal que atraviesa el puente incluso cuando
las partes móviles están levantadas, y que al principio
tenía que servir
para facilitar el paso a los peatones cuando el puente quedaba abierto por largo
rato. En su periodo de máximo esplendor, el puente se abría hasta cinco veces al
día. Hoy en día se levanta raramente, en cuanto el puerto de Londres ha sido
desplazado más hacia la valle, hacia la desembocadura.
Sin embargo, de vez en cuando se puede ver aun una grande embarcación que llega
hasta el centro de la ciudad.
Las
dos torres se alcanzan subiendo 300 peldaños (o con el ascensor, si quieres).
Desde aqui, si no estas cansado, puedes visitar dos exposiciones. En la torre al
Norte del río se exponen los viejos engranajes en función hasta el 1976. En la
Torre al sur del río hay una interesante exposición sobre la historia de los
puentes londinenses, a partir del London
Bridge.
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